Casa construida de algas
Casa construida de algas
El proyecto se trata de la construcción de esta casa de veraneo en la isla danesa de Læsø , un diseño obra del estudio de arquitectura Vandkunsten encargado por la gestora del proyecto, Realdania Byg, una asociación privada que invierte en edificios históricos y desarrolla proyectos filantrópicos de arquitectura en Dinamarca.
El principal objetivo fue recuperar el tradicional sistema de construcción de Læsø, que durante siglos, utilizaban las algas de las playas para revestir los tejados de las casas, debido a la escasez de árboles en la zona. En su momento, había cientos de casas cubiertas de algas marinas en la isla, pero actualmente solo quedan alrededor de 20, lo que motivó a Realdania Byg a iniciar este proyecto de conservación. Para ello, el equipo de Vandkunsten combinó el uso del material tradicional con las novedosas técnicas de construcción del siglo XXI. Y es que, de hecho, tradicionalmente, sólo se cubrían los tejados, pero esta vez, en lugar de acumular las algas en el techo, los diseñadores las introdujeron en unas bolsas de red y las aplicaron longitudinalmente, en bloques, siguiendo el entramado de la madera por todas las paredes laterales y el techo.
En el interior también utilizaron las algas para aislar las diferentes plantas y estancias. El proyecto ha demostrado que las algas tienen propiedades acústicas extraordinarias. Además, su capacidad de absorber y desprender la humedad contribuye a regular el clima interior.
El espacio está destinado a albergar a dos familias. En el centro, encontramos una sala de estar de doble altura y una cocina, mientras que los dormitorios están ubicados en los extremos y en el desván.
Esta iniciativa no sólo quiere promover una tradición histórica, sino reintroducir un material que para la industria moderna significa un avance a nivel medioambiental: las algas reducen el CO2 y son un material muy sostenible. Se reproducen cada año en el mar, llegan a la costa sin ningún tipo de coste ni esfuerzo para los humanos y se seca de manera natural en la orilla bajo el sol y el viento. Se aísla tan bien como el aislante mineral, por lo que resiste de manera natural a la descomposición y putrefacción. No es tóxico y es a prueba de fuego. Además tiene una vida útil de más de 150 años.
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